Al finalizar la celebración de las primeras Vísperas y Te Deum de acción de gracias por el 2019 como es costumbre el Papa Francisco salio a visitar el pesebre y árbol de navidad instalado en la Plaza de San Pedro en el Vaticano.
El Belén, este año proviene de Scurelle, en la provincia italiana de Trento, mientras que el árbol llega directamente del Consorcio de usos cívicos de Rotzo-Pedescala y San Pietro, en la provincia de Vicenza.
El imponente abeto cuenta con unos 26 metros de altura, con un diámetro de 70 centímetros y ha sido donado junto con una veintena de árboles más pequeños. La decoración e iluminación del árbol está a cargo del Departamento de Infraestructura y Servicios del Governatorato en colaboración con Osram S.p.A. y Osram gmbh, que ofrece un sistema de iluminación decorativa de alto rendimiento cromático diseñado, de última generación, para limitar el impacto ambiental y el consumo de energía.
Tanto el árbol como el Pesebre están unidos por la memoria común de la tormenta que de octubre a noviembre de 2018 devastó muchas áreas de la zona norte de Italia llamada Triveneto. El Belén está hecho casi en su totalidad de madera y alberga entre 20 y 25 personajes de tamaño natural (la altura de las estatuas es de 1,80 metros) en madera policromada. En él, está representada la Sagrada Familia, los reyes magos, pastores, animales, objetos y plantas. Además, cuenta con algunos troncos de madera procedentes de las áreas afectadas por las tormentas, como fondo de paisaje.