Durante la celebración de la audiencia general de esta mañana que ha tenido lugar en la Biblioteca del Palacio Apostólico Vaticano. El Papa Francisco ha dedicado una catequesis especial a la 50ª Jornada mundial de la Tierra, (Earth Day) que se celebra hoy, en coincidencia además con el quinto aniversario de su carta encíclica Laudato si’ sobre el cuidado de la casa común (Gen 2,8-9.15).
En esta segunda semana de pascua el Papa Bergoglio recordó la 50ª Jornada mundial de la Tierra y el el quinto aniversario de su carta encíclica Laudato si’ sobre el cuidado de la casa común desde la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano donde ha celebrado una vez más la audiencia general por prevención y cumpliendo los protocolos de sanitarios previstos para evitar la propagación del Covid-19.
El Papa reflexiono diciendo que «Hoy celebramos la 50ª Jornada mundial de la Tierra, Es una oportunidad para renovar nuestro compromiso de amar nuestra casa común y de cuidarla junto con los miembros más débiles de nuestra familia. Como la trágica pandemía de coronavirus nos está demostrando, sólo juntos y haciéndonos cargo de los más débiles podemos vencer los desafíos globales. La carta encíclica Laudato si’ tiene precisamente este subtitulo: «sobre el cuidado de nuestra casa común».
Continuo diciendo que por egoísmo hemos fallado en nuestra responsabilidad como custodios y administradores de la Tierra. «Basta mirar la realidad con sinceridad para ver que hay un gran deterioro de nuestra casa común» (ibíd., 61). La hemos contaminado y saqueado, poniendo en peligro nuestra misma vida. Por eso, se han formado varios movimientos internacionales y locales para despertar las conciencias. Aprecio sinceramente estas iniciativas, y todavía será necesario que nuestros niños salgan a las calles para enseñarnos lo que es obvio, es decir, que no hay futuro para nosotros si destruimos el medio ambiente que nos sostiene»
Durante su mensaje alentó a «organizar acciones concertada también a nivel nacional como local. Es bueno converger desde todas las condiciones sociales y dar vida también a un movimiento popular “desde abajo” . Así nació la Jornada Mundial de la Tierra, que celebramos hoy. Cada uno de nosotros puede dar su pequeña aportación: «No hay que pensar que esos esfuerzos no van a cambiar el mundo. Esas acciones derraman un bien en la sociedad que siempre produce frutos más allá de lo que se puede constatar, porque provocan en el seno de esta tierra un bien que siempre tiende a difundirse, a veces invisiblemente» (LS, 212).
Descarga el mensaje completo de su Santidad durante la audiencia general: