Desde el Papa Francisco hasta sus mas cercanos colaboradores se han desprendido de su salario para contribuir al fondo de caridad para ayudar a los afectado por la pandemia.
Los cardenales, obispos y prelados que componen la Curia Romana han ofrecido un mes de su sueldo al Santo Padre para que pueda llevar a cabo más obras de caridad, según ha informado el diario italiano Il Fatto Quotidiano.
La decisión de donar el sueldo tomada por la Curia se ha hecho efectiva después de que el cardenal Konrad Krajewski, limosnero pontificio, pidiera donaciones en una carta para acompañar el sufrimiento de la gente.
«Podemos unirnos de manera especial con nuestro Pontífice, obispo de Roma, que preside la comunión universal de la caridad. Podemos donar para la caridad del Papa y de esta manera participar en el sufrimiento de la gente. El Santo Padre mismo decidirá el destino de nuestras limosnas para esta emergencia sanitaria», escribió en la misiva el limosnero.
Según informó la oficina de prensa del Vaticano, la donación ha sido canalizada a través de la Congregación para las Iglesias Orientales, que ha instituido un fondo de emergencia siguiendo las instrucciones del Papa, tras la solicitud de las nunciaturas apostólicas.
Precisamente, con el dinero recaudado en ese fondo el Vaticano donó recientemente respiradores a varios hospitales de Italia, Siria, Jerusalén y Belén, y equipos de diagnóstico a Gaza, para ayudar a la asistencia contra la pandemia del coronavirus.
Este último gesto de la Curia no es la primera ni la única acción surgida desde la Santa Sede durante la actual situación de emergencia sanitaria.
La propia Limosnería Apostólica ha mantenido sus servicios a pesar de la expansión de la COVID-19. Así, por ejemplo, la semana pasada el cardenal Krajewski estuvo atendiendo a las personas sin hogar situadas en la zona de la estación de Termini en Roma.
El pasado 6 de abril, con una aportación inaugural de 750.000 dólares, Francisco creó otro fondo de emergencia para Obras Misionales Pontificias (OMP) con el fin de recaudar dinero destinado a la ayuda a la lucha contra el coronavirus en zonas de misión.
Igualmente, de acuerdo a la citada agencia, la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (A.P.S.A.) redujo a la mitad los alquileres de locales y edificios en Roma de los que es propietaria, dado que los comerciantes atraviesan graves dificultades económicas a causa del inevitable cierre de los negocios.